viernes, 24 de diciembre de 2010

Marcola y la posmiseria: el narco es la multinacional del pueblo

Actualización (22/05/2014): El 7 de julio de 2006 Arnaldo Jabor confirmaba en entrevista con la Rádio CBN que él es el autor del texto: "Yo escribí en los periódicos una columna en la que inventé una entrevista imaginaria con un traficante del PCC preso. En la entrevista el personaje de ficción critica el Brasil de hoy y denuncia los errores de las policías y de la sociedad. Es un texto del cual me siento orgulloso. Es muy bueno el texto. Y a todo el mundo le gusta, pero no creen que fui yo el que lo hizo. Creen que es real la lucidez del bandido".

Actualización (25/12/2010): Todo indica que la entrevista de marras es una creación literaria del escritor y cineasta brasileño Arnaldo Jabor (1). ¡Vaya forma de sacudirnos!

Hace unos días escuché a Héctor Castillo Berthier, un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, leer en la radio un fragmento de una entrevista con Marcos Willians Herbas Camacho, alias Marcola, líder del Primeiro Comando da Capital (PCC).

El PCC es una organización fundada en agosto de 1993 en la prisión de Piranhão, en Taubaté, en ese momento la más segura del estado de São Paulo, Brasil. Su objetivo inicial era "combatir la opresión dentro del sistema penitenciario paulista".

Vivimos este fin de año atrapados en la espiral de violencia de la llamada "guerra contra el narcotráfico", de modo que las palabras de Marcola resonaron fuerte en mi mente: no hay solución porque ustedes no entienden ni siquiera la extensión del problema; solo pueden llegar a algún éxito si desisten de defender la "normalidad"… Tenía que compartir esto con ustedes.

El fragmento de la entrevista que reproduzco a continuación fue publicado el 4 de diciembre de 2010 en la columna Zona Submetropolitana que Castillo Berthier escribe para el diario Metro de la ciudad de México:

[…] Habla Marcola:

—¿Quién es usted?

—Yo soy una señal de los nuevos tiempos. Yo era pobre e invisible… Ustedes nunca me miraron durante décadas… Y antiguamente era importante resolver el problema de la miseria.

El diagnóstico era obvio: migración rural, desniveles de ingresos, barrios pobres, periferias dispersas… Y la solución nuca llegó… ¿Qué hicieron?, nada.

¿El gobierno federal alguna vez destinó recursos suficientes para nosotros?, no.

Nosotros solo aparecíamos en los diarios con los deslaves, en las inundaciones, en los desastres en época de lluvias, cosas así…

Pero ahora somos ricos, con una multinacional que es del pueblo. Y ustedes se están muriendo de miedo… Nosotros somos el inicio tardío de su conciencia social… Yo soy culto… leo a Dante desde la prisión.

—¿Y la solución?

—¿Solución?, no hay… la propia idea de "solución" ya es un error.

¿Ya vio el tamaño de la 560 Favelas de Rio de Janeiro?, ¿ya viajó por helicóptero por encima de la periferia de Sao Paulo?, ¿solución cómo?...

Solo podría ser posible con muchos miles de millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser sobre la batuta casi de una ‘Tiranía esclarecida’, que fuera más allá de la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del poder Legislativo cómplice… y del poder Judicial, que impide los castigos a los responsables.

Tendría que haber una reforma radical del proceso penal en el país, tendría que haber comunicación e inteligencia entre las policías municipales, estatales y federales. Nosotros hoy hacemos conferencias telefónicas entre los presidios, imagínate.

O sea, es un cambio psicosocial de todos y es imposible, no hay solución.

—¿Y tiene miedo de morir?

—Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no.

Además acá en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme… pero yo puedo mandarlos matar a ustedes allá afuera… Nosotros somos hombres bomba. Estamos en el centro de lo irresoluble…

Ustedes no ven ni yo, en el medio, la frontera de la muerte… la única frontera.

Nosotros ya somos otra especie, somos otros bichos diferentes de ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, con un ataque al corazón…

La muerte para nosotros es un asunto diario, desahogado en una bala… Ustedes los intelectuales: ¿no hablaban de lucha de clases y en creer que "ser marginal era ser héroe"?...

Pues llegamos ya y somos nosotros… Ustedes nunca esperaron esos guerreros del pueblo ¿o sí?...

Mis soldados todos son extrañas anomalías del desarrollo lento de este país. No hay más proletarios, o infelices, o explotados.

Hay una tercera cosa creciendo allá afuera, cultivando la tierra, educándose en el absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo, alguien escondido en las calles de las ciudades.

Ya surgió un nuevo lenguaje. La nuestra es otra lengua. Estamos adelante de una especie de posmiseria.

La posmiseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología: satélites, celulares, internet, armas modernas. Es una mierda con chips, con megabytes. Mis comandos son una mutación de especie social, son hongos de un gran error suyo.

—¿Y qué cambió en los barrios bajos?

El dinero. La gente hoy tiene dinero. ¿Usted piensa que quién tiene 40 millones de dólares no manda? Con 40 millones la prisión es un hotel, una oficina…. ¿Qué policía va a querer quemar esta mina de oro?

Nosotros somos una empresa moderna, rica. Ustedes son el Estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos y burocráticos. Nosotros luchamos en un terreno propio. Ustedes en tierra extraña.

Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes se mueren de miedo. Nosotros vamos bien armados. Ustedes van apenas con una 0.380... Nosotros estamos al ataque. Ustedes a la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles y sin piedad. Ustedes nos transforman en súper estrellas del crimen. Nosotros los transformamos a ustedes en payasos.

Nosotros somos ayudados por las poblaciones de los barrios pobres, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales y provincianos. Nuestras armas y los productos vienen de fuera, somos globales. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestro objetivo. Ustedes nos olvidan… así sucede.

—¿Y qué se puede hacer?

—Voy a darme un golpe contra mí mismo. ¡Péguenle a los responsables! Tienen diputados, senadores, generales y hasta ex presidentes que están involucrados en el tráfico de cocaína y armas. Pero: ¿quién va a hacer eso?, nadie.

—Entonces, ¿no hay solución?

—Ustedes solo pueden llegar a algún éxito si desisten de defender la "normalidad".

Amigo, no hay solución. ¿Sabes por qué? Porque ustedes no entienden ni siquiera la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: Pierdan todas las esperanzas, estamos todos en el infierno…

Cualquier semejanza entre las realidades de Brasil y México es pura coincidencia.

¡Feliz Navidad!

domingo, 12 de diciembre de 2010

Crónica del colapso: Lakewood

Se le conoce como Tent City y está ubicada en Lakewood, Nueva Jersey, a una hora del glamour de la ciudad de Nueva York.

Anastasia Churkina la visitó en febrero de 2010 y regresó 7 meses después:



Y es que, a pesar de la inyección de billones de dólares en la economía estadounidense, esta no muestra signos claros de recuperación y la tasa de desempleo real se mantiene alrededor del 17.5% (1), el nivel más alto desde la Gran Depresión.

El desempleo de larga duración está al alza y, al finalizar el año, 200,000 personas habrán perdido sus beneficios (tras pasar más 93 semanas sin encontrar empleo) tan solo en el estado de Nueva York (2).

Desempleo de larga duración hasta abril de 2010. Gráfico: Business Insider con datos del BLS.

Así están las cosas hoy en Estados Unidos, donde, según el New York Times, los desempleados se han vuelto inempleables (3) y sólo pueden elegir entre irse a vivir a Tent City o votar por Jimmy McMillan.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Crónica del colapso: Camden

Camden, Nueva Jersey, una de las ciudades más pobres y peligrosas de Estados Unidos. (Foto: Wikipedia)

Sucedió el 3 de diciembre de 2010: el Ayuntamiento de Camden, Nueva Jersey, la segunda ciudad con mayor índice de criminalidad en Estados Unidos, decidió despedir a 1 de cada 4 trabajadores del gobierno, incluyendo a la mitad del departamento de policía.

Y es que la crisis económica está golpeando fuerte a los municipios y muchos de ellos han tenido que recortar su presupuesto para poder seguir funcionando.

Nueva Jersey gasta aproximadamente $1.7 millardos de dólares en su sistema penitenciario (1) y, para reducir los costos, se ha estado liberando a un mayor número de reclusos. Según Marc Mauer, director ejecutivo del Sentencing Project, esto seguramente va a complicar la ecuación (2):

Tenemos un número record de personas saliendo de prisión cada año hacia la mayor tasa de desempleo desde la Gran Depresión.

La recesión ha sido muy difícil para la gente, pero es doblemente difícil para aquellos que han cometido un crimen poder desarrollarse en esta economía.

A mediados de 2010, la ciudad se preparaba para cerrar sus 3 bibliotecas públicas ante la falta de presupuesto y la imposibilidad de mantenerlas. Todo el acervo, que incluía 187,000 libros, documentos históricos, artefactos y equipo electrónico, iba a ser "donado, subastado, almacenado o destruido" (3). Con sus casi 80,000 habitantes, Camden está a punto de convertirse en la mayor ciudad del país sin una biblioteca pública (4).

Pero no siempre fue así: establecida en 1626, Camden fue un boyante centro industrial y manufacturero durante buena parte de su historia.

En 1901 se fundó ahí, con el nombre de Victor Talking Machine Company, la RCA Victor, que llegó a ser la mayor compañía discográfica del mundo.



Entre 1899 y 1967 operó en Camden la New York Shipbuilding Corporation, el mayor y más productivo astillero del mundo durante la Segunda Guerra Mundial. En su época de mayor auge, el astillero llegó a dar empleo a 40,000 personas.

El poeta Walt Whitman pasó los últimos años de su vida en Camden y se encuentra enterrado en el cementerio de Harleigh. Si hubiera vivido en estos tiempos seguro que estos versos hubieran tenido otro destinatario (5):

¿Pensábamos que la victoria es grandiosa?
En efecto, lo es; pero ahora se me ocurre que la derrota,
Cuando sobreviene irremediable, también es grande,
Que la sepultura y la muerte también son grandes.

viernes, 26 de noviembre de 2010

La táctica del avestruz

Hay que observar que muchas veces el optimismo no es más que una manera de defender la pereza propia, la irresponsabilidad, la voluntad de no hacer nada. Es también una forma de fatalismo y de mecanicismo […] El único entusiasmo justificable es el acompañado por una voluntad inteligente, una laboriosidad inteligente, una riqueza inventiva de iniciativas concretas que modifiquen la realidad existente.
Antonio Gramsci, Optimismo y pesimismo

Es un hecho que la existencia de la sociedad humana, tal como la conocemos, se encuentra amenazada por la superpoblación, el agotamiento de los recursos naturales, el cambio climático y la contaminación, entre otros serios problemas.

William R. Catton explica en su libro Rebasados: Las bases ecológicas para un cambio revolucionario, que la humanidad estuvo viviendo durante los últimos 500 años en lo que él llama la "Era de la Exuberancia", y que esto provocó que alimentáramos una fe ciega en los avances tecnológicos sin darnos cuenta que estos avances han sido posibles únicamente por la existencia de los combustibles fósiles y su enorme aporte energético:

[L]os seres humanos, a través de dos millones de años de evolución cultural, han logrado apropiarse varias veces de la capacidad total de la Tierra para mantener la vida, a expensas de otras criaturas. Y cada vez la población humana ha crecido. Pero el ser humano ha aprendido ahora a confiar en una tecnología que aumenta la capacidad de carga humana de un modo necesariamente transitorio, tan transitorio como es prolongar la vida consumiendo las semillas necesarias para la siembra de alimentos del próximo año. La población humana, organizada en sociedades industriales y ciega a lo pasajero de una capacidad de carga basada en la dependencia de recursos limitados, ha respondido aumentando su tamaño en forma más exuberante que nunca, a pesar de que esto significa sobrepasar el número de habitantes que nuestro planeta puede mantener permanentemente. La consecuencia inevitable ha sido algo semejante a la bancarrota.

[…] Las consecuencias han comenzado a hacerse realidad, pero no se las reconoce comúnmente por lo que son. Ha llegado el momento en que es necesario abandonar las viejas suposiciones que nos obligan a engañarnos acerca de lo que nos sucede. Nosotros y nuestros antecesores inmediatos hemos vivido en una época de crecimiento exuberante, sobrepasando la capacidad permanente de carga, sin saber lo que hacíamos. Los pasados cuatro siglos de magnífico progreso fueron posibles gracias a dos logros que no podrán repetirse: a) el descubrimiento de un segundo hemisferio, y b) el desarrollo de maneras de explotar los depósitos de energía ahorrados por el planeta: los combustibles fósiles. Las consiguientes posibilidades abiertas para una exuberancia económica y demográfica convencieron a la gente de que lo natural era que el futuro fuera mejor que el pasado. Durante un tiempo, tal convicción fue una premisa viable en la cual basar nuestras vidas e instituciones. Pero cuando el Nuevo Mundo alcanzó un nivel de población superior al del Viejo Mundo, y cuando el agotamiento de los recursos llegó a ser significativo, se hizo necesario ver el futuro a través de una lente diferente. Los presupuestos que fueron anteriormente viables, pero que se han vuelto obsoletos, deben ser remplazados por una nueva perspectiva, una que nos ayude a observar con mayor eficiencia ya entender con mayor precisión. (Catton, op. cit., págs. 35-36, edición en español)

La percepción que la gente tiene de la situación es muy diversa y Catton identifica 5 tipos de comportamiento ante la disyuntiva que enfrentamos:

Algunas personas reconocen que lo que era el Nuevo Mundo ya es en realidad viejo, y que esto requiere cambios institucionales profundos [realismo]. Otras tienen fe en que nuevos descubrimientos tecnológicos harán innecesarios esos cambios institucionales [cargoísmo]. Otras más creen que medidas como la planificación familiar, los centros de reciclaje y las leyes contra la contaminación bastarán para mantener nuevo al Nuevo Mundo [cosmeticismo]. Alguna gente no cree que la antigua novedad del Nuevo Mundo haya tenido importancia, o que su actual vejez en verdad importe [cinismo]. Y otra gente insiste, en forma pertinaz, en que la hipótesis de recursos ilimitados fue y sigue siendo válida [avestrucismo].

Estas opiniones tan asombrosamente diferentes constituyen diversos modos de adaptarse a nuestra edad "postexuberante". Cada una representa una combinación de respuestas a las dos nuevas maneras ecológicas de comprensión que requiere la nueva circunstancia. Primero, la gente difiere en su disposición a comprender que la "Era de la Exuberancia" ha terminado. que este planeta está superpoblado y que con el uso de nuestra tecnología hemos ya derrochado los depósitos de ahorros del mundo. Segundo, la gente difiere en su disposición a comprender que hay consecuencias inexorables derivadas de estas circunstancias nuevas […] Todas las formas de organización y comportamiento humanos basadas en la hipótesis de recursos ilimitados sufrirán necesariamente, de algún modo, cambios hacia formas compatibles con los límites finitos del ecosistema. (Catton, op. cit., pág. 102, edición en español)

Desafortunadamente, por miedo o desconocimiento, la mayor parte de la gente confunde "realismo" con "pesimismo", la discusión de estos apremiantes problemas se enturbia y, ante la falta de argumentos, el debate cede su lugar al desprecio y la burla.

Jason Bradford, un académico que dirige el programa de gestión de tierra agrícolas en Farmland LP, describe la sensación perfectamente en Blind Spot, excelente trabajo del documentalista mexicano Adolfo Doring.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La fusión nuclear, inviable

Se espera que para el año 2000 varios reactores comerciales de fusión se encuentren en línea.
Panfleto impreso por General Atomics en los años setentas (citado en Wikipedia)

La fusión nuclear es un proceso en el que varios núcleos atómicos se unen, o "fusionan", formando un único núcleo más pesado. Para elementos con masa atómica menor que el hierro este proceso va acompañado por la liberación de una gran cantidad de energía.

Durante años los científicos han intentado, sin éxito, generar electricidad con energía proveniente de la fusión nuclear de forma viable desde el punto de vista económico y energético. El proyecto ITER es uno de los más recientes esfuerzos en este sentido.


Tal como se menciona en el video, la reacción más prometedora para llevar la fusión nuclear a la práctica involucra deuterio y tritio, dos isótopos del hidrógeno. El deuterio puede ser encontrado de forma natural en el agua de mar, pero el tritio, por ser un elemento altamente inestable, debe producirse de forma artificial. Ésta es sólo una de las dificultades de un problema muy complejo.

William R. Catton lo explica de forma resumida en su libro Rebasados: Las bases ecológicas para un cambio revolucionario:

A los cargoístas [gente que tiene fe en que el progreso tecnológico hará innecesarios cambios institucionales profundos] les gustaba también soñar con la fusión nuclear como fuente definitiva de energía "ilimitada". El deuterio, isótopo pesado hidrógeno, podría servir de combustible en una reacción que sólo puede ocurrir a temperaturas de millones de grados, como se las encuentra en forma natural en el interior del Sol. Manejar los gases ionizados, que son parte del proceso de fusión, implica suficientes dificultades técnicas como para que esperar que los problemas energéticos pudieran ser resueltos por fusión fuese con claridad un caso de querer vender la piel del oso antes de haberlo cazado. Este plasma extraterrestre tiene que ser de algún modo contenido, puesto que su disipación bajaría instantáneamente su temperatura. Como ningún recipiente material sería capaz de resistir siquiera una fracción de la temperatura requerida sin vaporizarse, se supuso con rapidez que la contención tendría que realizarse mediante campos magnéticos muy poderosos. Pero generar ese intenso magnetismo requiere electroimanes hechos con componentes superconductores. Se puede volver superconductor un material si se lo enfría a cerca del cero absoluto. Así, al final, toda la idea de tener fusión nuclear en la Tierra significa suponer que es posible diseñar aparatos capaces de producir, en estrecha vecindad, temperaturas a la vez astronómicamente altas y astronómicamente bajas.

Los promotores de la fusión pusieron a Liebig patas para arriba: estos cargoístas se concentraron en la abundancia del hidrógeno que serviría de combustible y no vieron que había escasez o ausencia de materiales que resistieran temperaturas extremas e intensa radiación sin volverse quebradizos. Esos materiales tendrían que mantener su solidez, conservar el tamaño y la forma, resistir la fatiga sin formar burbujas, chisporrotear o corroerse. Las esperanzas puestas en una producción de alta energía les han impedido a los legos, entusiasmados por las centrales termonucleares, tomar en cuenta problemas tales como que los intensos campos magnéticos pudieran alterar la conductividad térmica de los metales líquidos destinados a servir de refrigerantes. También existen enormes problemas en adaptar las instalaciones de producción de electricidad para usar los intensos estallidos de energía calórica a altísimas temperaturas que emanan de las reacciones termonucleares.
(Catton, op. cit., pág. 225, edición en español)

Michael Dittmar, un investigador del Instituto para la Física de Partículas con sede en Zúrich y coautor del libro The Final Energy Crisis, explica de forma detallada, en un artículo publicado en The Oil Drum, las dificultades técnicas de la fusión nuclear y enumera algunas de las falsas ilusiones que se han tejido a lo largo de los años en torno a la misma:

Después de la segunda guerra mundial, muchos pioneros nucleares esperaban que la fusión nuclear proporcionara a sus nietos energía barata, limpia e ilimitada en esencia.

A generaciones de físicos y profesores de física se les ha enseñado en la universidad, y ellos a su vez han enseñado a otros, que (i) el progreso realizado en la investigación de fusión es impresionante, (ii) la fusión controlada está probablemente a unas pocas décadas de distancia, y (iii) con suficiente financiamiento público, no hay mayores obstáculos interponiéndose entre nosotros y el éxito en este campo.

He aquí hay algunas citas de los libros de texto de física que reflejan este tipo de optimismo:

"El objetivo parece ser ahora visible" (Nuclear and Particle Physics; Frauenfelder and Henley 1974)

"Es muy probable que tome hasta el año 2000 obtener un reactor de laboratorio para utilización comercial completa" (Energy, Resources and Policy; R. Dorf 1978)

"Como la construcción de un reactor de fusión implica un gran número de problemas prácticos por resolver, no se puede esperar que la fusión se convertirá en una fuente de energía utilizable durante algunas décadas. Sin embargo, ésta parece posible en una escala de tiempo más larga." (Physics, P. A. Tipler 1991)

Obviamente esto no ha ocurrido aun. Los optimistas de la fusión se han vuelto, mientras tanto, un poco más modestos. Ahora se puede leer: "Si todo va bien, el primer prototipo de reactor de fusión comercial podría estar listo en 50 años a partir de ahora."

Estas declaraciones solo ocultan el hecho de que no se tiene una idea clara de cómo resolver los problemas pendientes. Los medios de comunicación acríticos de hoy hacen resonar con entusiasmo la reciente decisión de los "líderes mundiales" para proporcionar los diez millardos de dólares estadounidenses necesarios para iniciar el proyecto de fusión ITER. Durante los últimos años, se podía leer, por ejemplo:

  • "Si tiene éxito, el ITER podría proveer a la humanidad con una fuente ilimitada de energía" (Novosti, 15 de noviembre de 2005).
  • "Los funcionarios proyectan que entre el 10% y el 20% de la energía mundial podría provenir de la fusión a finales de siglo" (BBC News, 24 de mayo de 2006).
  • "Si tiene éxito, podría constituir una fuente de energía que es limpia e ilimitada" e "ITER dice que la electricidad podría estar disponible en la red dentro de 30 años" (BBC News, 21 de noviembre de 2006).

El público, preocupado por el calentamiento global y la escalada en el precio del petróleo, parece dar la bienvenida el mensaje tácito de que "nosotros los científicos de la fusión, los ingenieros y los políticos hacemos todo lo que hay que hacer para la energía de fusión se convierta en realidad, antes de que el suministro de combustible fósiles se convierta en un problema, y antes de que el calentamiento global nos cocine a todos."

Dittmar concluye su artículo con una fuerte dosis de humor negro:

En contraste con las preguntas en torno a la fisión reproductora que permanecen sin respuesta, encontramos que el conocimiento hasta ahora acumulado acerca de la fusión nuclear nos permite concluir que la energía por fusión comercial no solo está a 50 años de distancia, sino que siempre estará a 50 años de distancia.

domingo, 17 de octubre de 2010

Justicia por propia mano y más violencia a la vista

El viernes pasado la revista Proceso informó sobre la aparición en el estado de Michoacán de los Pelotones Omega, un grupo que, ante la incapacidad y colusión de las autoridades con el crimen organizado, ha decidido hacer "justicia por propia mano".

A continuación algunos fragmentos del texto distribuido en Morelia con frases que he resaltado:

A partir de hoy ninguna maldita lacra de esas podrán dormir en paz. Ningún criminal estará a salvo, ningún funcionarios que preste su colaboración a los criminales será perdonado; el tiempo ha llegado en que la sociedad se haga justicia a sí misma, pues los órganos de la justicia formal ya no funcionan.

[…]

Somos ciudadanos, empresarios y propietarios rurales, michoacanos, hartos de la incapacidad de las autoridades de todos los niveles para darnos la seguridad y tranquilidad necesarias para poder desarrollar nuestro trabajo y nuestras vidas en comunidad y en familia.

[…]

Vivimos en una época en la que, por desgracia, el gobierno ya no puede controlar los grupos criminales; en la que muchos empresarios y políticos se han convertido en socios y sirvientes de las mafias que asolan a nuestro país y a nuestro estado; y en la que la mayoría de la propia gente se hace tonta, a pesar de que ya no podemos tener tranquilidad, bajo el acecho constante de los criminales.

[…]

No podemos recurrir a [las autoridades] porque nos traicionan y nos mandan matar utilizando a los ejércitos de sicarios que tienen con sus socios, los narcotraficantes, los secuestradores y los extorsionadores. Esto se tiene que terminar algún día, pero mientras la sociedad despierta y por medio de las elecciones pone a un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, tendremos que tomar medidas para defender nuestro patrimonio, nuestra vida y a nuestras familias.

Ya a mediados del año pasado habíamos visto las primeras señales de lo que estaba por ocurrir cuando Mauricio Fernández Garza, en ese momento candidato del PAN a la alcaldía de San Pedro Garza García, el municipio más rico de México, pactó su programa de seguridad con uno de los cárteles que operan en el país (1).

Meses después, durante su toma de posesión, Fernández Garza anunció la creación de equipos especiales de “limpieza” y de trabajo rudo para eliminar grupos del crimen organizado, giros negros y 300 puntos de venta de droga en el municipio, a pesar de que estas medidas estaban fuera de sus atribuciones (2).

Lo más preocupante es que, según una encuesta publicada en Milenio días después de estas declaraciones, 40% de los mexicanos apoyaba la creación de este tipo de grupos.

No podemos esperar más que un aumento de la violencia en los próximos meses. Ya Edgardo Buscaglia lo había advertido en una entrevista con Carmen Aristegui en febrero de este año: mientras el Gobierno no establezca una estrategia coherente, la "guerra contra el narcotráfico" estará condenada al fracaso; y mientras la violencia no llegue a las élites del país, éstas no tomarán las medidas necesarias para que esto ocurra.

miércoles, 13 de octubre de 2010

¿Planeta vivo?


El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) presentó hoy, a través de su Informe Planeta Vivo 2010, un panorama desalentador sobre la salud de la biodiversidad mundial.

De una lectura superficial se desprenden datos alarmantes y reveladores:
  • La demanda humana sobre la biosfera ha aumentado más del doble entre 1961 y 2007.
  • Actualmente consumimos en un año lo que la naturaleza tarda 1.5 años en producir; de seguir esta tendencia, en 2030 necesitaríamos 2 planetas para sobrevivir.
  • La salud de los ecosistemas del planeta ha disminuido 30% entre 1970 y 2007; el deterioro es las áreas tropicales es de 60%.
  • Las poblaciones de animales que viven en tierra o en agua saldada han disminuido 25%; para las poblaciones que viven en agua dulce la disminución ha sido de 35%.
  • 2 millones de toneladas de residuos y aguas residuales acaban en las aguas cada día al mismo tiempo que 71 países experimentan problemas con sus fuentes de agua potable.

El WWF identifica 5 amenazas principales a la biodiversidad:
  1. Pérdida de hábitat, alteración y fragmentación: principalmente a través de la transformación de terreno para uso agrícola, industrial, urbano o para acuicultura; presas y otras alteraciones de los sistemas fluviales para regadío, energía hidráulica o regulación de caudales; y actividades pesqueras dañinas.
  2. Sobreexplotación de poblaciones de especies silvestres: captura de animales y recolección de plantas para alimentos, materiales o medicinas por encima de la capacidad reproductiva de la población.
  3. Contaminación: producida principalmente por un uso excesivo de plaguicidas en agricultura y acuicultura; vertidos urbanos e industriales y residuos mineros.
  4. Cambio climático: debido a los niveles crecientes de gases de efecto invernadero en la atmósfera provocado principalmente por la quema de combustibles fósiles, deforestación, y procesos industriales.
  5. Especies invasoras: introducidas deliberada o involuntariamente a una parte del mundo desde otra parte, que después se convierten en competidores, predadores o parásitos de especies autóctonas.

Según el WWF la definición actual de desarrollo es equivocada:

Tenemos que cambiar la definición y forma de medir la prosperidad y el éxito. En la historia reciente, los ingresos y el consumo se han convertido en los parámetros más importantes del desarrollo y el [PIB] se ha utilizado como el principal indicador de progreso. Pero esto no es todo: deberíamos luchar por el bienestar personal y social.

Hacia el final del informe el WWF muestra posibles escenarios a mediano plazo. El problema es que estos escenarios son demasiado optimistas y no toman en cuenta el papel que juega el petróleo en la agricultura moderna: no hay forma de generar un 95% de la energía requerida de forma renovable y no es realista pensar que todo el mundo se va alimentar con una dieta malaya.

Para el WWF el desarrollo sostenible es posible, entendiéndolo como aquél que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones de cubrir las suyas.

Yo quitaría la palabra "desarrollo" del concepto.

domingo, 3 de octubre de 2010

Crónica del colapso: Jamestown

Sucedió hace unas semanas y Lauren Etter, de The Wall Street Journal, lo narró así:

Spiritwood, Dakota del Norte. Una descomunal máquina amarilla avanzó recientemente a lo largo de la vieja carretera 10 en una escena de verano que parecía tan normal como las plantas de maíz balanceándose con la brisa. Pero en lugar de depositar una capa de asfalto humeante, la máquina estaba convirtiendo el asfalto del camino en gravilla.

Trabajadores en Jamestown, Dakota del Norte, donde reparar caminos significa convertir el asfalto original en gravilla. Foto: Dan Koeck, WSJ.

Y es que la crisis económica ha golpeado brutalmente las finanzas públicas obligando a los municipios en todo el país a reducir sus gastos:

En Michigan, al menos 38 de los 83 condados han convertido algunos caminos de asfalto en gravilla en años recientes. El año pasado, Dakota del Sur hizo lo mismo con al menos 150 kilómetros de caminos asfaltados. Condados en Alabama y Pensylvannia han comenzado a degradar sus caminos utilizando sellos superficiales conocidos como "pavimento de los pobres". Algunos condados en Ohio están dejando que los caminos simplemente se erosionen.

Para empeorar las cosas, el precio del asfalto se ha duplicado en los últimos 10 años y un aumento de impuestos sería una medida muy impopular en este momento.

Así están las cosas hoy en Estados Unidos, donde los caminos asfaltados, emblemas históricos del progreso del país, se han convertido en una carga imposible de sostener.

sábado, 25 de septiembre de 2010

¿En manos de quién está la seguridad de los sistemas de control industrial?

Esta semana nos enteramos que Stuxnet, un gusano infomático de enorme complejidad que ha infectado a más de 100,000 computadoras a nivel mundial, podría haber sido diseñado para atacar el programa nuclear civil iraní.

De acuerdo a un artículo publicado en la revista Wired, los sistemas SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos) atacados por Stuxnet son fabricados por Siemens y se utilizan para gestionar la operación de tuberías, fábricas, empresas de servicios públicos y plantas nucleares.

Nicolas Falliere, analista de código de Symantec, declaró que Stuxnet era la pieza de malware más compleja que había visto en 5 años o más.

Frank Rieger, jefe de tecnología de GSMK, piensa que el desarrollo del gusano fue respaldado por algún gobierno y estimó que se requerirían unos 10 programadores muy capacitados trabajando alrededor de 6 meses a un costo de $3 millones de dólares (1).

Como era de esperarse los sospechosos habituales son Estados Unidos e Israel.

Richard Falkenrath, ejecutivo del Chertoff Group, cree que es posible que el gobierno estadounidense lo hiciera, pero, en su opinión, es más probable que haya sido el de Israel.


Si bien resulta increíble que Siemens utilice Microsoft Windows, un sistema operativo conocido por su alto índice de vulnerabilidades críticas, para montar sistemas de supervisión y control utilizados en plantas nucleares, los problemas no terminan ahí y lo más grave parece ser la irresponsabilidad con la que los desarrolladores de este tipo de sistemas han abordado la seguridad informática de los mismos.

Un ejemplo es que la contraseña del sistema SIMATIC WinCC de Siemens es fija y ha estado circulando en internet desde hace años (2).

Steve Bellovin, un especialista en seguridad de la Universidad de Columbia, lo dice claramente:

Las contraseñas por defecto son y han sido una vulnerabilidad mayor por muchos años. Es irresponsable el colocarlas, en primer término, y hacer que un sistema no funcione si se cambian. Si esa es la forma en la que trabajan los sistemas de Siemens, ellos fueron negligentes.

Joseph Weiss, autor del libro Protecting Industrial Control Systems from Electronic Threats, abunda en el tema:

Más del 50% de los proveedores de sistemas de control [colocan contraseñas fijas en su software o firmware]. Estos sistemas fueron diseñados de modo que pudieran ser utilizados de forma eficiente y sin riesgos. La seguridad informática simplemente no estaba en los planes de diseño.

En resumen, la seguridad de los sistemas de control industrial, incluidos los de las plantas nucleares, está en manos de una sarta de idiotas, ineptos e irresponsables.

No sé ustedes, pero yo me siento realmente preocupado después de enterarme de esto.

Actualización (16/01/2011): El New York Times publica hoy que, tal como se especulaba, Israel y Estados Unidos se encuentran detrás de Struxnet. Según fuentes de inteligencia citadas por el diario, Israel instaló en el complejo de Dimona, sede de su programa nuclear militar secreto, un sistema de enriquecimiento de uranio similar al empleado por Irán en el complejo de Natanz con el fin de probar Stuxnet.

Según la nota, la vulnerabilidad de los sistemas de control de Siemens preocupaban a Washington y en 2008 el Departamento de Seguridad Nacional había encargado al Laboratorio Nacional de Idaho un estudio al respecto (3).

El New York Times había informado en enero de 2009 que el entonces presidente George W. Bush había rechazado proporcionar ayuda a Israel para atacar militarmente Natanz pero había autorizado operaciones encubiertas en contra del programa nuclear civil iraní.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ciudad Juárez: impotencia, desesperación y hartazgo

La guerra contra el crimen organizado es un fracaso, la situación en Ciudad Juárez lo demuestra y el editorial del 19 de septiembre de 2010 de El Diario refleja el nivel de impotencia, desesperación y hartazgo al que está llegando parte de la sociedad mexicana.

A continuación fragmentos del texto en los que he resaltado algunos párrafos que han llamado mi atención:

Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez: la pérdida de dos reporteros de esta casa editora en menos de dos años representa un quebranto irreparable para todos los que laboramos aquí y, en particular, para sus familias.

Hacemos de su conocimiento que somos comunicadores, no adivinos. Por tanto, como trabajadores de la información queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos.

Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo, a pesar de que reiteradamente se los hemos exigido.

Es por ello que, frente a esta realidad inobjetable, nos dirigimos a ustedes para preguntarles, porque lo menos que queremos es que otro más de nuestros colegas vuelva a ser víctima de sus disparos.

Aun cuando todo el gremio periodístico de esta frontera ha sufrido las consecuencias de esta guerra en la que ustedes y el Gobierno federal se hallan, El Diario ha sido, sin duda, el medio más lastimado hasta el momento porque ninguno ha resentido la muerte de dos de sus colaboradores, como nosotros.

Ya no queremos más muertos. Ya no queremos más heridos ni tampoco más intimidaciones. Es imposible ejercer nuestra función en estas condiciones. Indíquenos, por tanto, qué esperan de nosotros como medio.

Esta no es una rendición. Como tampoco significa que claudicamos al trabajo que hemos venido desarrollando. Se trata de una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley en esta ciudad, con tal de que respeten la vida de quienes nos dedicamos al oficio de informar.

Frente al vacío de poder que respiramos los chihuahuenses en general, en medio de un entorno en el que no hay las garantías suficientes para que los ciudadanos puedan desarrollar sus vidas y actividades con seguridad, el periodismo se ha convertido en una de las profesiones más riesgosas y El Diario puede dar cuenta de ello.

[…]

Hasta en la guerra hay reglas. Y en cualquier conflagración existen protocolos o garantías hacia los bandos en conflicto, para salvaguardar la integridad de los periodistas que las cubren. Por ello les reiteramos, señores de las diversas organizaciones del narcotráfico, que nos expliquen qué quieren de nosotros para dejar de pagar tributo con la vida de nuestros compañeros.

[…]

Hace cuatro años y medio, cuando Felipe Calderón Hinojosa aún se hallaba en campaña por la carrera presidencial, acudió a las instalaciones de El Diario para ofrecer una entrevista sobre diversos temas.

En ese encuentro con los trabajadores de la comunicación de este medio, el hoy presidente de la República respondió a una pregunta que se le planteó en torno a las garantías que ofrecería su administración federal para el buen desarrollo de la libertad de expresión y de sus representantes.

Calderón dijo que “en el caso de los asesinatos (de periodistas), así como yo estoy protegido por mi condición de candidato, creo que en la medida en que una actividad se desarrolle en beneficio de la comunidad y encierre peligrosidad también debe haber mecanismos que la protejan. Un periodista que ha sido amenazado o que realice una investigación contra el crimen organizado debe tener mecanismos de protección especial y qué bueno que se creó la fiscalía especial en esa materia”.

A la vuelta de estos años, la historia es bien conocida: el primer mandatario, para conseguir la legitimación que no obtuvo en las urnas, se metió —sin una estrategia adecuada—, a una guerra contra el crimen organizado sin conocer además las dimensiones del enemigo ni de las consecuencias que esta confrontación podría traer al país.

Introducidos sin pedirlo en el conflicto, los mexicanos —y de manera particular los juarenses— han estado al garete de decisiones erróneas que terminaron llevándoselos en medio, con los resultados ahora conocidos y, sobre todo, abominados por las mayorías.

[…]

Es tanta la falta de justicia, es tanta la desolación e impotencia que sienten todos los sectores, que no sería descabellado comenzar a aplicar acciones que realmente le duelan a quienes tienen la obligación de hacer más por salvaguardar la seguridad de la ciudad, del estado y del país.

En contraste, el mayor obligado en proteger a los ciudadanos se pierde en disquisiciones estériles en torno a si México está igual o peor que Colombia hace veinte años, afirmación emitida por la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, avalada por medios tan serios como el Washington Post, o bien, se encarga de ofrecer circo a los connacionales a través del oneroso gasto utilizado en las celebraciones por el Bicententario, recursos que mejor debería haber empleado en reforzar las pálidas estrategias de seguridad.

No contento con lo anterior, el primer mandatario pontifica sobre la paz en el país como si se tratara de algo real, al enviar una carta a cada una de las familias de la nación en la que, entre otras cosas y de manera retórica, subraya que el blanco del color de nuestra bandera nacional es el de “la paz que hemos conquistado”.

Tal afirmación es una burla para los juarenses que se ahogan en un baño de sangre y que de paz es de lo que menos saben en estos tiempos.

En Ciudad Juárez hemos llegado a un punto en el que es necesario y urgente adoptar otro tipo de medidas para obligar a las autoridades establecidas por ley, a ofrecer respuestas más contundentes, porque la capacidad de tolerancia de tantos ciudadanos dolidos ha rebasado ya sus límites.

El Diario, por lo pronto, asume la postura manifestada en los primeros párrafos, de llamar a los grupos en pugna a que expresen qué es lo que quieren de nosotros como comunicadores.

El Diario ha sufrido seis ataques en contra de sus empleados en los últimos cuatro años; dos de sus reporteros han sido asesinados: Armando Rodríguez Carreón, de 40 años, y Luis Carlos Santiago Orozco, de tan sólo 21.

 Armando Rodríguez Carreón recibió 10 disparos cuando salía de su casa para llevar a sus hijas a la escuela. Foto: Reuters

En Ciudad Juárez han muerto más de 2,000 personas en lo que va del año; entre ellas, 11 periodistas.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La tercermundización de Estados Unidos

En la edición de otoño de 2008 del boletín de anticipación The Trends Journal, Gerald Celente escribió:

Alguna vez la "Tierra de la oportunidad", para 2012 Estados Unidos se habrá convertido en la primera nación en vías de subdesarrollo en el mundo moderno. Calles llenas de personas sin hogar. Parques tornados en ciudades de carpas. Unidades de almacenamiento, alguna vez llenas con el exceso de pertenencias, ocupadas por personas y convertidas en las chozas Quonset del siglo XXI.

Ciudad de carpas en Sacramento, California. Foto: Matt Walton

Esta visión se está volviendo realidad a pasos acelerados a medida que la pobreza aumenta en Estados Unidos, como lo demuestran los siguientes datos publicados en The Economic Collapse:

  • En 2009 había 45 millones de pobres (1); 1 de cada 5 niños vivía en una familia con ingresos por debajo de la línea de pobreza y 2 de cada 5 vivían en una familia de bajos ingresos (2)
  • 41 millones de personas sobreviven con vales de despensa, una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos 18 meses (3)
  • 1 de cada 6 estadounidenses recibe ayuda de al menos un programa anti-pobreza del gobierno y 50 millones de personas reciben atención médica del Medicaid, el programa diseñado para los pobres (4)
  • 1 de cada 7 hipotecas se encontraba en mora o en ejecución durante el primer trimestre de 2010 (5)
  • 28% de los hogares estadounidenses cuentan con al menos uno de sus miembros buscando empleo, por lo que la tasa de desempleo real se estima en torno al 22% (6)

Signo de los tiempos, The Huffington Post acaba de crear Third World America, una sección que da seguimiento a la tercermundización del país.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Estados Unidos está en bancarrota… y muchos lo saben

Hace algunas semanas reseñé un esclarecedor artículo que Laurence Kotlikoff, un profesor de Economía de la Universidad de Boston, escribió para Bloomberg. El artículo se titulaba “Estados Unidos está en bancarrota y nosotros ni siquiera lo sabemos” y estuvo 5 días en su lista de los más leídos.

Pues bien, StrategyOne, una empresa global de estudios de mercado y encuestas de opinión, acaba de publicar los resultados de una interesante encuesta que muestra que Kotlikoff se equivocaba, en parte, y que 71% de los estadounidenses saben que su país está fundamentalmente quebrado.

La encuesta confirma también que, consciente de su incierto futuro, el consumidor estadounidense ha muerto:

  • 48% opina que los mejores días de Estados Unidos quedaron atrás.
  • 65% dice que es muy posible que ocurra una recesión doble y 44% de los que piensan esto cree que la segunda parte de la recesión será peor que la primera.
  • 41% planea reducir sus gastos y 35% planea reducir gastos en línea.
  • 79% dice que gastarán menos dinero esta Navidad.
  • 87% no tiene ninguna intención de invertir en una casa o en un auto y 49% ya ha demorado las inversiones de este tipo.
  • 26% no espera que sus finanzas personales se recuperen completamente hasta después de 2011 y 26% piensa que sus finanzas personales no se recuperarán jamás.

Bradley Honan, vicepresidente senior de StrategyOne, declaró:

El público estadounidense —caracterizado por su optimismo y resistencia— mira a su alrededor y ve más y más nubes oscuras de tormenta aproximándose en el horizonte. No sólo la confianza en la economía ha sido severamente minada, sino que ahora hay dudas reales y significativas emergiendo en torno al país.
A medida que entramos en el mes 34 desde que la "Gran Recesión" comenzó, observamos que la mentalidad de los consumidores se está volviendo aún más cautelosa y conservadora de lo que habíamos visto antes. El motor de consumo que alimenta nuestro crecimiento está estancado o atorado en baja velocidad. Hasta que los consumidores sientan más confianza y estén dispuestos a gastar con mayor libertad, el crecimiento será anémico en el mejor de los casos.

Pero eso es casi imposible que ocurra.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Crónica del colapso: Boston

Ocurrió el 1 de mayo de 2010: la ruptura de una tubería de 3 metros de diámetro en Weston, Massachusetts, provocó una enorme fuga, estimada en 30 millones de litros de agua potable por hora, que dejó a 2 millones de habitantes del área metropolitana de Boston sin suministro del vital líquido (1).


Lo raro es que este tipo de desastres no ocurran con mayor frecuencia dado el precario estado en el que se encuentra la infraestructura de Estados Unidos.

En un informe publicado en 2009, la Asociación de Ingenieros Civiles de Estados Unidos (ASCE) da cuenta de la situación al otorgarle a la infraestructura una evaluación general de "pobre" (D). ASCE estima que es necesario invertir $2.2 billones (trillones, cuenta corta) de dólares durante los próximos 5 años para revertir esto, algo que se ve muy difícil debido a la crisis económica actual.

Y si bien Boston cuenta con un sistema de respaldo, el agua no es potable, por lo que los residentes de la ciudad tuvieron que salir a comprar agua embotellada.

El caos no se hizo esperar.



Así están las cosas hoy en Estados Unidos.

domingo, 22 de agosto de 2010

Crónica del colapso: Atlanta

Ocurrió el 11 de agosto de 2010: una multitud estimada en 30,000 personas se congregó afuera de un centro comercial en East Point, un suburbio al norte de Atlanta, con el fin de obtener una solicitud de vivienda pública (1).

Ron Mott, reportero de NBC, narra lo que encontró:

Lo primero que me pregunté cuando llegamos a este lugar fue si realmente estábamos en Estados Unidos. Tengo que ser muy cauteloso como reportero para no sobrepasar mis límites pero hoy fuimos testigos de un escena muy desagradable aquí en el área metropolitana de Atlanta. Docenas y docenas de personas desmayadas por el calor, parados en el calor sólo para obtener una solicitud de vivienda pública aquí en Atlanta. Esto no les garantiza un lugar para vivir. De hecho, se entregaron muchas solicitudes hoy, 13,000 solicitudes, y hay exactamente cero departamentos de interés social disponibles en East Point, Georgia. Muchas de estas personas nunca saldrán de la lista de espera.


Conocido popularmente con Sección 8, el programa de Vales de Elección de Vivienda es un tipo de ayuda federal proporcionada por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) que permite alquilar o comprar viviendas a individuos y familias con ingresos económicos muy bajos.

La tasa de desempleo oficial en el condado de Fulton, donde se ubica East Point, es de 10.8%. La tasa de desempleo real debe andar por encima del 20%.

Así están las cosas hoy en Estados Unidos.

viernes, 20 de agosto de 2010

Depresión inflacionaria, ¿un callejón sin salida?

A primera vista Paul Craig Roberts no es precisamente alguien con quien yo pensaría estar de acuerdo: fue Secretario Adjunto del Tesoro durante el primer mandato de Ronald Reagan y se le atribuye ser uno de los arquitectos de la llamada Reaganomics, algo así como el plato que tuvieron que comer los estadounidenses cuando les aplicaron la receta neoliberal.

Roberts, sin embargo, ha sido crítico tanto con las administraciones demócratas, como de las republicanas. Ha escrito numerosos artículos oponiéndose a la invasión de Iraq y a principios de este año publicó How the Economy Was Lost: The War of the Worlds, un libro en el que analiza cómo la economía de estadounidense llegó a la situación actual.

El caso es que acabo de leer un texto suyo titulado "The US Economy Is On Death Row. Will there be a reprieve?" y me resultó muy interesante.

Roberts comienza afirmando que la crisis actual es inmune a las políticas monetaria y fiscal; nos enfrentamos a otra cosa:

El problema económico estructural comenzó en 1990 con el colapso de la Unión Soviética. Este fallo causó la muerte del socialismo en la India y en China, dos países con enorme exceso de mano de obra. Los directivos de las empresas en Estados Unidos (y en Europa) descubrieron que ellos podían aumentar de forma dramática las ganancias de sus corporaciones, y los bonos que obtenían por resultados, llevándose los empleos de alto valor agregado y alta productividad a países con mano de obra barata.
De acuerdo a Roberts, el traslado de la planta productiva no se hizo buscando una ventaja comparativa, tal como había sido postulado por David Ricardo a principios del siglo XIX, sino una ventaja absoluta, lo cuál es la antítesis del libre comercio.

[L]os economistas proclamaron el remplazo de la economía real con una "economía de servicios". Estados Unidos haría toda la innovación, independiente de cualquier base industrial, manufacturera o ingenieril. Esas absurdas afirmaciones persistieron aun después de que muchas corporaciones anunciaron la reubicación de su investigación y desarrollo en otros países.

Al llegar a esta parte no pude más que sonreír al recordar La tercera ola, el libro de Alvin Toffler que causó furor a principios de los años ochenta.

De este modo, volviendo al tema, mientras los directivos de las grandes empresas se enriquecían aplicando esta política económica, la nueva "economía de servicios" sólo creaba puestos de trabajo mal remunerados que poco a poco fueron erosionando la calidad de vida de la mayoría de los estadounidenses. En poco tiempo Estados Unidos tuvo la peor distribución del ingreso entre los países desarrollados (1).

La única forma de mantener la economía funcionando en este escenario fue expandir la deuda del consumidor: Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, mantuvo una política de bajas tasas de interés que provocó una burbuja inmobiliaria y permitió que los estadounidenses (y europeos) hipotecaran sus casas y utilizaran el dinero obtenido en el consumo… hasta que la burbuja reventó:

La expansión de la deuda del consumidor, como una alternativa al crecimiento de los ingresos del consumidor, ha llegado a su fin. La mayoría de los estadounidenses están sobreendeudados. Las quiebras y la pérdida de empleos ponen en peligro la deuda del consumidor. Los efectos secundarios están socavando los bienes raíces comerciales. Los centros comerciales se están quedando medio vacíos y algunos se están cerrando por completo. Incluso los grandes centros comerciales tienen tiendas cerradas y no encuentran nuevos inquilinos. Una crisis en los bienes raíces comerciales está a punto de revelarse.
(Sobre esto último escribí una nota titulada La burbuja inmobiliaria comercial en este blog hace unos meses.)

En resumen, la política de bajas tasas de interés de la Reserva Federal sólo benefició al sector financiero y prácticamente colapsó el poder de compra del resto de los estadounidenses.

Por otro lado, el déficit comercial provocado debe financiarse mediante la emisión de deuda pero, tras años de déficit continuo y una deuda creciente, el papel del dólar como moneda de reserva comienza a deteriorarse.

Roberts analiza la forma en que los economistas han enfrentado las crisis económicas y el desempleo en el pasado y llega a la conclusión de que estamos ante un escenario inédito:

Para financiar el déficit presupuestario, el gobierno de Estados Unidos tendrá que imprimir dinero. Como los puestos de trabajo han sido exportados, el empleo y la producción no podrán responder a la mayor demanda monetaria resultante de la creación de dinero. El resultado […] será un aumento de precios que la mano de obra desempleada (actualmente por encima del 20% si la medimos utilizando la metodología gubernamental de 1980) no será capaz de pagar.
En otras palabras, Estados Unidos enfrenta la perspectiva de una depresión inflacionaria.
La política económica no tiene una solución para una depresión inflacionaria o para el desempleo causado por la emigración de los puestos de trabajo. Las políticas empleadas para combatir la inflación son opuestas a las utilizadas para combatir el desempleo. De modo que, no hay una solución conocida para este dilema económico […]
Una vez que el dólar pierda su papel como moneda de reserva y Estados Unidos no pueda pagar sus cuentas en su propia moneda, se convertirá, bajo el peso de su deuda, en un país del tercer mundo.

La única salida que encuentra Roberts a este galimatías económico es enfocarse en salvar al dólar reduciendo los déficits presupuestario y comercial.

Para reducir el déficit presupuestario, Roberts sugiere terminar con todas las guerras hegemónicas que Estados Unidos pelea a nivel global (Iraq, Afganistán y Yemen, entre otras), así como eliminar las más de 700 bases militares que el país mantiene fuera de su territorio (2).

El déficit comercial sólo podría reducirse regresando los puestos de trabajo a Estados Unidos, algo que se ve bastante difícil cuando observamos insistentemente la afirmación de que la fiesta puede continuar.

Roberts piensa que la situación podría empeorar y, para ilustrar lo que podría ocurrir si no se toman medidas, utiliza el ejemplo de Detroit, donde el Alcalde pretende reducir las dimensiones de la ciudad demoliendo 10,000 casas en los suburbios ante la imposibilidad de continuar brindándoles servicios.



La reflexión final de Roberts es demoledora:

El siglo XX fue el siglo de Estados Unidos. El siglo XXI se está configurando como el siglo del colapso de Estados Unidos.
Los estadounidenses en su arrogancia, se piensan como "la nación indispensable". Pero el éxito de Estados Unidos en el siglo XX se debió a los errores de otros países. Europa se destruyó a sí misma en dos guerras mundiales. El comunismo y el socialismo previnieron que el Imperio Soviético y Asia fueran económicamente competitivos. Estados Unidos emergió de la Segunda Guerra Mundial como la única economía intacta […]
Las condiciones históricas que elevaron a Estados Unidos ya no existen. En la era posguerra fría, Estados Unidos ha probado ser tan incompetente como aquellos países cuyas estupideces elevaron a este país a la supremacía.
Hoy prevalece en Estados Unidos la propaganda a favor de los intereses creados y no el análisis veraz. Si Estados Unidos va a evitar el basurero de la Historia las tendencias económicas que están destruyendo al país deben ser reconocidas e invertidas.

Francamente pienso que ya no hay modo de evitarlo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Estados Unidos está en bancarrota

Bloomberg publicó ayer un artículo de Laurence Kotlikoff, un profesor de Economía de la Universidad de Boston, con un título provocador: “Estados Unidos está en bancarrota y nosotros ni siquiera lo sabemos”.

Laurence Kotlikoff no es ningún improvisado. En 2004 publicó The Coming Generational Storm: What You Need to Know about America's Economic Future, un libro en el que afirmaba que el futuro de Estados Unidos sería sombrío si no se realizaban reformas a los sistemas impositivo, de salud y de seguridad social. (Un video con la presentación del libro se muestra al final de este texto.)

Yo no conocía a Kotlikoff y me llamó la atención que llegara a las mismas conclusiones que John Williams, el fundador de Shadow Government Statistics.

El artículo comienza analizando la revisión anual que el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace de la política económica de Estados Unidos:

El FMI ha mencionado acertadamente que Estados Unidos está en bancarrota. La Sección 6 del documento de julio de 2010, Selected Issues Paper, dice: “La brecha fiscal de Estados Unidos asociada con su actual política fiscal federal es enorme para tasas de descuento plausibles.” Y agrega que “cerrar la brecha fiscal requiere un ajuste fiscal anual igual al 14% del PIB de Estados Unidos.”

Para cerrar la brecha fiscal, desde el punto de vista de los ingresos, Estados Unidos debería duplicar los impuestos recaudados de manera inmediata. El FMI afirma que, entre más tarde el país en realizar estos ajustes, más dolorosos serán.

Según Kotlikoff, la deuda es enorme, mucho mayor de lo aceptado:

Con base en los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), he calculado una brecha fiscal de $202 trillones [billones, en la escala corta], que es más de 15 veces la deuda oficial. Esta gigantesca discrepancia entre nuestra deuda "oficial" y nuestro endeudamiento neto no es sorprendente. Refleja lo que los economistas llaman el problema de etiquetado. El Congreso ha sido muy cuidadoso a lo largo de los años en etiquetar la mayoría de sus pasivos como no oficiales para mantenerlos fuera de los libros y en un futuro lejano.

Kotlikoff ve el origen del enorme déficit en los beneficios de los baby boomers:

Esto es lo que ocurre cuando se ejecuta de manera masiva un esquema Ponzi a lo largo de seis décadas, tomando recursos cada vez mayores de los jóvenes para dárselos a los viejos al mismo tiempo que se promete a los jóvenes que ellos eventualmente le pasarán la pelota a otra generación.
Finalmente, Kotlikoff afirma que la situación fiscal de Estados Unidos es peor que la de Grecia:

Lo más probable es que veamos una combinación de [recortes masivos a los beneficios y la impresión de enormes cantidades de dinero para pagar las cuentas] con un dramático incremento en la pobreza, los impuestos, las tasas de interés y los precios al consumidor. Esto es terrible, lo que sigue es cuesta abajo, pero es en lo que estamos. Y los operadores de bonos nos van a patear más abajo una vez que despierten y se den cuenta que Estados Unidos está en peor forma fiscal que Grecia.

El artículo cierra con una sentencia lapidaria:

Nuestro país está quebrado y no podemos seguir permitiéndonos falsas soluciones.

Además del artículo, Bloomberg publica el video de una entrevista que Erik Schatzker, del programa InsideTrack, le hace a Kotlikoff.



Actualización (13/8/2010): Hoy leo una nota de Joe Weisenthal en Business Insider criticando a Kotlikoff mediante un ingenuo argumento esgrimido por Paul Krugman: “Las entidades en quiebra no pueden pedir dinero prestado con una tasa de interés fija por debajo de 2.8% durante 10 años”. La lluvia de comentarios no se hizo esperar: “Sí, siempre y cuando el deudor no se compre su propia deuda como lo hace Estados Unidos a través de la Reserva Federal”. Mientras tanto, el artículo de Kotlikoff lleva 3 días en la lista de los más leídos de Bloomberg.

Presentación del librode Laurence Kotlikoff The Coming Generational Storm: What You Need to Know about America’s Economic Future (28 de abril de 2004).

viernes, 18 de junio de 2010

Deepwater Horizon: ¿el Katrina de Obama o el Chernóbil de Estados Unidos?

La lentitud con la que el gobierno de Barack Obama ha enfrentado el desastre medioambiental provocado por BP en el Golfo de México, ha hecho que muchos medios comparen su reacción con la del gobierno de George W. Bush ante el huracán Katrina en 2005 (1).

El problema, sin embargo, parece ser más complejo.

En una entrevista reciente con PBS, Carl Safina, presidente y co-fundador del Blue Ocean Institute, declaró:

La gente en el Golfo está diciendo que Katrina va a parecer un mal día comparado con esto […] Yo creo que esto, más que algo como Katrina, es el Chernóbil de las grandes petroleras. Creo que es una catástrofe que muestra el enorme riesgo que esta industria representa para la salud pública, y para la salud de las comunidades.

Otros analistas opinan que esto va más allá de las petroleras.

Hace algunos años Dmitry Orlov escribió un ensayo sobre el inminente colapso económico de Estados Unidos y sus paralelismos con el colapso de la Unión Soviética, en el que afirmaba:

En la Unión Soviética, una vez que esa cosa llamada normalidad se agotó debido al punto muerto en Afganistán, el desastre de Chernóbil, y el estancamiento económico general, se continuó ejecutando a través de una gestión cuidadosa de los medios de comunicación hasta bien entrado el período conocido como glasnost. En los Estados Unidos, al tiempo que la economía no ha logrado crear suficientes puestos de trabajo durante varios años en fila, y toda la economía se inclina hacia la bancarrota, "business as usual" sigue siendo un producto que se vende bien, o eso nos han hecho creer. La normalidad estadounidense alrededor de 2005 parece tan inexpugnable como la normalidad soviética lo parecía alrededor de 1985.

ClubOrlov, un blog en el que se desarrollan las ideas de Orlov, publicó el mes pasado, bajo el título de "An American Chernobyl", un interesante artículo en el que se hace una profunda comparación entre las catástrofes y sus implicaciones:

Las dos catástrofes son análogas en los desafíos técnicos, administrativos y políticos sin precedentes que plantean su reparación […] Traduzca "accidente de trabajo" al ruso y de nuevo al inglés, y lo que se obtiene es "catástrofe tecnogénica". Este término ha sido ampliamente utilizado tras la catástrofe de Chernóbil. Es bastante más descriptivo que la frase flácida en inglés, y coloca la culpa, en última instancia, en quien debe recaer: en la tecnología, y en los tecnólogos y políticos que la empujan.

Pocos días después apareció "Deepwater Chernobyl", una nota del Daily Kos en el mismo sentido:

Parece que hay un paralelismo [entre el desastre nuclear de Chernóbil y] el desastre actual del Deepwater Horizon en que una vez más estamos presenciando que el hombre es capaz de desencadenar fuerzas incontrolables en su búsqueda de energía. Fuerzas contra las que no se tiene un plan de contingencia para hacer frente. Fuerzas capaces de devastar economías, destruyendo los medios de subsistencia y matando la vida silvestre contaminando el medio ambiente hasta tal punto que incluso las personas descubren que tienen de alejarse en vez de sufrir.

El derrame, y la actitud de BP ante el mismo, comienzan a provocar daños en la imagen del gobierno: según una encuesta de USA Today/Gallup, el 71% de los estadounidenses piensan que el presidente Obama no ha sido lo suficientemente duro con BP. De acuerdo a la misma encuesta, el 59% de los estadounidenses desean que BP pague todos los daños derivados del derrame petrolero, sin importar si esto implica el fin de sus operaciones.

Mientras tanto, y aunque fuentes del Departamento de Energía se empeñen en calificarlo de locura (2), algunas voces se han alzado para sugerir que, al igual que se hacía en la antigua Unión Soviética para cerrar pozos de gas fuera de control, se emplee ahora una explosión atómica controlada para contener el derrame petrolero (3).

jueves, 20 de mayo de 2010

El crash del 2010

Hace algunos meses leí en El País un artículo de Santiago Niño Becerra, un catedrático de Estructura Económica en la Facultad de Economía IQS de la Universidad Ramon Llull de Barcelona, que comenzaba así:

El mensaje oficial —en todas las economías, en todos los países— en este año que comienza es "Ya ha pasado lo peor; ahora a crecer de nuevo". Finalmente, la mayoría ha admitido que lo vivido en estos dos últimos años ha sido terrible, y lo sucedido en el primer semestre del 2009, lo más duro desde la Gran Depresión. Bien, como explico en mi libro El crash del 2010, lo sucedido es sólo la antesala de lo que está por llegar, lo sucedido ha sido la precrisis de la crisis sistémica que, entiendo, estallará a mediados del año en curso.

Al buscar más información sobre el autor encontré el video de un interesante debate que tuvo con el economista Luis Ayala Cañón en CNN+ en junio de 2009:


Su tesis coincidía, de cierto modo, con otras que he estado leyendo últimamente; de modo que, cuando el fin de semana pasado me topé con su libro en un establecimiento al sur de la ciudad, no dude en adquirirlo.


No pretendo en este post hacer una valoración crítica de la obra de Niño Becerra, puesto que no soy economista y apenas entiendo algunos conceptos básicos (Javier Cantero escribió una reseña crítica que resulta interesante al respecto); simplemente me gustaría resumir algunas de las ideas que el autor presenta en el libro de forma bastante amena, por cierto.

Niño Becerra basa su teoría en la existencia de ciclos económicos de 250 años caracterizados por un determinado modo de producción:

Los sistemas económico-sociales son elementos muy curiosos: con ligerísimas variaciones, todos tienen una duración de 250 años, todos se caracterizan por modos de hacer específicos [...], cada uno es evolución del anterior, en todos se han producido crisis más o menos importantes y crisis que afectan de forma irreversible a la esencia del sistema: las denominadas crisis sistémicas; y todos finalizan con una supercrisis que arrasa todo lo anterior y que sume el presente, durante al menos un par de décadas, en la negrura más absoluta; siempre ha sido así. (pág. 26)

Según Niño Becerra en los últimos 20 siglos hemos vivido 18 crisis sistémicas y la actual, la número 19 (que no sería la última del modo de producción capitalista nacido alrededor de 1820, tras el Congreso de Viena), simplemente sentaría las bases para el nacimiento de un nuevo modo de producción cuando se produzca la próxima crisis, esa sí terminal, alrededor de 2070.

Para argumentar esto, Niño Becerra hace un recorrido por la historia y las diferentes fases del capitalismo (desde la acumulación originaria de capital, hasta la globalización económica, poniendo especial énfasis en la Gran Depresión) concluyendo que el modo de producción capitalista está agotado:

Ahora tendremos que cambiar el modo como deben hacerse las cosas. Es lo que pondrá sobre la mesa la crisis del 2010: que hay que modificar la manera de funcionar porque la antigua se agotó por una razón elemental: es una manera de hacer las cosas absolutamente ineficiente. (pág. 159)

Para Niño Becerra el embrión teórico del nuevo modo de producción podría encontrarse en la Tercera Vía de Anthony Giddens:

Hoy la tendencia apunta hacia la buena administración, hacia el no-desperdicio, hacia lo necesario, hacia la eficiencia, hacia la productividad. Pero eso equivale al fin de ese bienestar sustentado en el desperdicio, por insostenible. (pág. 162)

Dos afirmaciones hechas en la parte final del libro llamaron mi atención: la primera, sobre el papel de las corporaciones y el fin del Estado:

[D]urante los años de crisis la importancia de las corporaciones aumentará aceleradamente consolidando un proceso que ya empezó en los años ochenta; este protagonismo creciente de las corporaciones se producirá a costa del papel del Estado: aquéllas irán desempeñando roles que hoy éstos llevan a cabo; de hecho, el declive del papel del Estado será uno de los signos más significativos de que el sistema político aún vigente está muriendo, al haber evolucionado el Estado hacia una posición cada vez más prescindible. (pág. 129)

La segunda, sobre la pocas posibilidades que tiene América Latina de enfrentar esta crisis con éxito:

Hacia el año 2020, cuando la crisis que seguirá al crash se haya dado oficialmente por acabada, los recursos que poseen los países latinoamericanos que hoy los producen continuarán ahí. La pregunta es si esos Estados habrán tenido la suficiente fuerza de cohesión para continuar existiendo como tales. (pág.179)

En uno de sus más reciente artículos, Niño Becerra afirma, con base en los acontecimientos actuales, que la crisis ya ha comenzado. De ser así, el panorama es bastante sombrío:

La crisis, la verdadera crisis, cuando estalle, a mediados del 2010, será tremenda, paralizante, una auténtica caída a plomo; será deflación, depresión, nada comparable a pasadas recesiones que usted haya vivido. Será algo semejante al sentimiento que se refleja en los rostros de las gentes que muestran las imágenes tomadas durante la Gran Depresión; unos rostros que, si nos hablasen, aunque lo hiciesen con las palabras de los años treinta, en realidad estarían hablándonos con las de mañana. Los de esas gentes son los rostros de una crisis profunda, sistémica, como la que en estos momentos ya está llamando a nuestras puertas. (pág. 186)