viernes, 5 de marzo de 2010

La burbuja inmobiliaria comercial

Desde hace algunos meses sigo las noticias económicas de EEUU con gran avidez. Como la economía mexicana es tan dependiente de la estadounidense, todo lo que ocurre allá se refleja acá más temprano que tarde.

Para algunos analistas, los paquetes de estímulo económico no han hecho más que diferir los efectos de la crisis. La situación es tan frágil, concluyen, que hay una buena cantidad de eventos que podrían desatar la próxima recaída; uno de ellos es, indudablemente, la burbuja inmobiliaria comercial.

Durante años las compañías constructoras levantaron edificios de oficinas, hoteles y centros comerciales con la misma o mayor velocidad con que erigían barrios residenciales. Durante años, también, las ganancias se multiplicaron con cada proyecto. Sin embargo, el exceso de oferta y la recesión han modificado el panorama de forma radical.

Los préstamos hipotecarios con vencimientos entre 2010 y 2014 alcanzan los $1,400 millardos de dólares; la mitad de esos préstamos están "bajo el agua", es decir, el inmueble se ha devaluado por debajo del valor de la hipoteca (1). La morosidad se ha multiplicado por 5 y no se espera que la situación mejore antes de 2012; el sector más golpeado es el hotelero, con un aumento de 1,175% (2).

Las pérdidas podrían llegar a los $300 millardos, y eso no es poco dinero para una banca duramente golpeada por la crisis. La FDIC, entidad encargada de proteger el dinero de los ahorradores en EEUU, tiene una lista de más de 700 bancos en problemas (3).

Los siguientes videos muestran la situación en Washington, DC, y en Nueva York.



Pero los edificios de oficinas, los hoteles y los pequeños comercios no son los únicos desarrollos inmobiliarios en situación difícil: los centros comerciales, modernos templos dedicados a la religión del consumo, también están en problemas. El desempleo, la nueva frugalidad y el recorte en créditos personales los están matando lentamente.

Gallup, una empresa dedicada a investigación de mercado, mide el gasto del consumidor estadounidense diariamente; los resultados de su encuesta son asombrosos: en agosto de 2008 el consumo promedio, tomando en cuenta las últimas 2 semanas, era de $104 USD; en marzo de 2010, había caído a $58 USD (4).


De acuerdo al LEAP/E2020, un think tank europeo de anticipación:

El consumidor tal como se lo conocía desde hace varias décadas ha muerto, totalmente, sin esperanzas de resucitar (5).

Hace algunos meses, mientras visitaba un centro comercial que está cerca de mi casa en México, me di cuenta que había una docena de locales vacíos. Una cadena siempre se rompe por el eslabón más débil, de modo que, aunque el patrón no se repetía en otros centros comerciales, me pareció que sólo era cuestión de tiempo para que eso ocurriera.

Hoy finalmente descubrí 4 locales vacíos en otro centro comercial cerca de mi trabajo. ¿Será éste el inicio de una situación similar en el país?