lunes, 28 de marzo de 2011

Jean Laherrère sobre por qué la energía barata es una mala idea

Jean Laherrère trabajó durante 37 años en la empresa petrolera francesa Total. En 1998 publicó en la revista Scientific American, en coautoría con Colin Campbell, un influyente ensayo titulado El fin del petróleo barato, en el que afirmaban que la extracción de petróleo convencional comenzaría a declinar a nivel mundial antes de 2008, tal como ha sido confirmado recientemente por la Agencia Internacional de la Energía.

La siguiente entrevista es la novena de una serie que la revista The Nation está publicando sobre el tema del pico en la extracción de petróleo y el cambio climático.

Laherrère explica que vivimos en una sociedad de consumo que requiere de crecimiento perpetuo, algo imposible en un mundo finito. Hablar de pico y declive es mal visto, porque la mayoría de los políticos y gerentes son evaluados de acuerdo al crecimiento del PIB o de las acciones en la bolsa de valores.

Según Laherrère entre 1985 y 1989 los países de la OPEP falsificaron los datos sobre sus reservas probadas aumentando 300 billones de barriles de petróleo sin demostrar ningún descubrimiento importante.

En la actualidad mucha gente piensa que la extracción de petróleo es un problema económico: si el precio es lo suficientemente alto se justifica la extracción de petróleo no convencional. La realidad es diferente y hay que analizar el problema desde el punto de vista de la tasa de retorno energético.

Para Laherrère estamos en un punto de inflexión: en el pasado era común decir "hacia el oeste", pero ya no hay más espacios que conquistar y debemos aceptar que hemos alcanzado los límites del mundo. Estamos desperdiciando energía y dejando a nuestros hijos endeudados.

martes, 22 de marzo de 2011

Crónica del colapso: San Antonio

Miembro del equipo SWAT del Departamento de Policía de San Antonio. Foto: San Antonio Express-News.

Sucedió el 20 de marzo de 2011 en San Antonio, Texas, y la agencia Associated Press lo informó así:

La policía dijo que un cliente de Taco Bell en San Antonio, enfurecido porque los siete burritos que había ordenado habían aumentado de precio, disparó una pistola de aire a un empleado y, posteriormente, un rifle de asalto a oficiales antes de atrincherarse en la habitación de un hotel.

El sargento de la policía de San Antonio Chris Benavides dijo que los oficiales emplearon gas lacrimógeno la noche del domingo para obligar al hombre a salir de la habitación del hotel tras un enfrentamiento que duró tres horas. El hombre está acusado de tres intentos de homicidio. Las autoridades no revelaron su nombre.

Brian Tillerson, gerente del restaurante, dijo al diario San Antonio Express-News que el hombre se había enojado porque el Beefy Crunch Burrito había subido de $0.99 a $1.49 dólares cada uno.

Y es que el precio de los alimentos ha aumentado a nivel mundial y Estados Unidos no es la excepción: tan sólo el mes pasado se registró un alza de 3.9%, la mayor en 36 años (1).

Para empeorar la situación, el petróleo está también por las nubes y el estadounidense promedio gastó en febrero $347 dólares en gasolina, un 30% más que en 2010 y un 74% más que en 2009 (2).

Así están las cosas hoy en Estados Unidos, donde la economía no levanta, las estadísticas gubernamentales no reflejan la inflación y los culpables de la crisis se siguen enriqueciendo a costa de más de 44 millones de personas que sobreviven con cupones para alimentos, un beneficio social que está siendo amenazado por legisladores cuyas campañas políticas fueron generosamente financiadas por granjeros que no producen nada pero reciben enormes subsidios (3).

Beefy Crunch Burrito, una desagradable mezcla de carne de res molida, arroz, queso, crema agria y fritos, condimentada y envuelta en una tortilla de harina.

Actualización 23/3/2011: Leo que Starbucks decidió aumentar 12% el precio de los paquetes de café que vende en sus tiendas. La nota no indica si la medida va acompañada por la distribución de chalecos antibalas entre los empleados de la empresa.

domingo, 20 de marzo de 2011

Julio Cortázar y el decrecimiento

El otro día, mientras debatíamos sobre diferentes temas y hablábamos de decrecimiento, una amiga me desveló este pequeño cuento de Julio Cortázar incluido en su libro Último Round publicado en 1969:

El Tesoro de la Juventud

Los niños son por naturaleza desagradecidos, cosa comprensible puesto que no hacen más que imitar a sus amantes padres; así los de ahora vuelven de la escuela, aprietan un botón y se sientan a ver el teledrama del día, sin ocurrírseles pensar un solo instante en esa maravilla tecnológica que representa la televisión. Por eso no será inútil insistir ante los párvulos en la historia del progreso científico, aprovechando la primera ocasión favorable, digamos el paso de un estrepitoso avión a reacción, a fin de mostrar a los jóvenes los admirables resultados del esfuerzo humano.

El empleo del «jet» es una de las mejores pruebas. Cualquiera sabe, aún sin haber viajado en ellos, lo que representan los aviones modernos: velocidad, silencio en la cabina, estabilidad, radio de acción.

Pero la ciencia es por antonomasia una búsqueda sin término, y los «jets» no han tardado en quedar atrás, superados por nuevas y más portentosas muestras del ingenio humano. Con todos sus adelantos esos aviones tenían numerosas desventajas, hasta el día que fueron sustituidos por los aviones de hélice. Esta conquista representó un importante progreso, pues al volar a poca velocidad y altura el piloto tenía mayores posibilidades de fijar el rumbo y de efectuar en buenas condiciones de seguridad las maniobras de despegue y aterrizaje. No obstante, los técnicos siguieron trabajando en busca de nuevos medios de comunicación aventajados, y así dieron a conocer con breve intervalo dos descubrimiento capitales: nos referimos a los barcos de vapor y al ferrocarril. Por primera vez, y gracias a ellos, se logró la conquista extraordinaria de viajar al nivel del suelo, con el inapreciable margen de seguridad que ello representaba.

Sigamos paralelamente la evolución de estas técnicas, comenzando por la navegación marítima. El peligro de incendios, tan frecuente en alta mar, incitó a los ingenieros a encontrar un sistema más seguro: así fueron naciendo la navegación a vela y más tarde (aunque la cronología no es segura) el remo como el medio más aventajado para propulsar las naves.

Este progreso era considerable, pero los naufragios se repetían de tiempo en tiempo por razones diversas, hasta que los adelantos técnicos proporcionaron un método seguro y perfeccionado para desplazarse en el agua. Nos referimos por supuesto a la natación, más allá de la cual no parece haber progreso posible, aunque desde luego la ciencia es pródiga en sorpresas.

Por lo que toca a los ferrocarriles, su ventajas eran notorias con relación a los aviones, pero a su turno fueron superados por las diligencias, vehículos que no contaminaban el aire con el humo del petróleo o el carbón, y que permitían admirar las bellezas del paisaje y el vigor de los caballos de tiro. La bicicleta, medio de transporte altamente científico, se sitúa históricamente entre la diligencia y el ferrocarril, sin que pueda definirse exactamente el momento de su aparición. Se sabe en cambio, y ello constituye el último eslabón del progreso, que la incomodidad innegable de las diligencias aguzó el ingenio humano a tal punto que no tardó en inventarse un medio de transporte incomparable, el de andar a pie. Peatones y nadadores constituyen así el coronamiento de la pirámide científica, como cabe comprobar en cualquier playa cuando se ve a los paseantes del malecón que a su vez observan complacidos las evoluciones de los bañistas. Quizás sea por eso que hay tanta gente en las playas, puesto que los progresos de la técnica, aunque ignorados por muchos niños, terminan siendo aclamados por la humanidad entera, sobre todo en la época de vacaciones pagas.

viernes, 18 de marzo de 2011

Robert Kennedy sobre el concepto de producto nacional bruto

Hace unos días, mientras miraba el documental La era de la adaptación, descubrí este fragmento de un discurso pronunciado por Robert Kennedy en la Universidad de Kansas el 18 de marzo de 1968:


Demasiado y durante demasiado tiempo, parecía que habíamos cambiado la excelencia personal y los valores de la comunidad por la mera acumulación de cosas materiales. Nuestro producto nacional bruto, ahora, es mayor de $800 millardos de dólares al año, pero ese producto nacional bruto —si juzgamos a Estados Unidos por ello— ese producto nacional bruto cuenta la contaminación del aire y la publicidad de los cigarrillos, y las ambulancias que borran la carnicería de nuestras carreteras. Cuenta las cerraduras especiales para nuestras puertas y las cárceles para las personas que las rompen. Cuenta la destrucción de la secuoya y la pérdida de nuestra maravilla natural en la expansión caótica. Cuenta el napalm y cuenta las ojivas nucleares y los coches blindados de la policía para luchar contra los disturbios en nuestras ciudades. Cuenta el rifle de Whitman y el cuchillo de Speck, y los programas de televisión que glorifican la violencia con el fin de vender juguetes a nuestros hijos. A pesar de ello, el producto nacional bruto no permite medir la salud de nuestros hijos, la calidad de su educación o la alegría de su juego. No incluye la belleza de nuestra poesía o la fortaleza de nuestros matrimonios, la inteligencia de nuestro debate público o la integridad de nuestros funcionarios públicos. Tampoco mide ni nuestra inteligencia ni nuestro valor, ni nuestra sabiduría ni nuestro aprendizaje, ni nuestra compasión ni nuestra devoción a nuestro país, en definitiva mide todo, salvo lo que hace que la vida valga la pena. Y nos puede decir todo sobre Estados Unidos, excepto el por qué estamos orgullosos de ser estadounidenses.

Robert Kennedy murió asesinado el 6 de junio de 1968. El producto nacional bruto refleja la realidad hoy menos que entonces.

domingo, 6 de marzo de 2011

Libia… ¿operación encubierta o insurrección popular?

Cuando se declara la guerra, la verdad es la primera víctima.
Frase atribuida a Arthur Ponsonby

Todo parecía tan claro al principio: contagiados por el ejemplo de Túnez y Egipto, los libios se alzaban contra el coronel Muamar el Gadafi.

Gadafi había derrocado al rey Idris cuando tenía 27 años. En los años setentas y ochentas financió lo mismo a movimientos revolucionarios auténticos, que a grupos terroristas. Ronald Reagan lo llamó "el perro loco del Medio Oriente" y trató de asesinarlo en abril de 1986 (1).

Recientemente se encontraba cada vez más cerca de las potencias occidentales: desmanteló su programa de armas de destrucción masiva, aceptó pagar una compensación para los familiares de las víctimas del atentado terrorista de Lockerbie y negoció con Tony Blair concesiones petroleras para BP (2). Era un fiel aliado en la guerra contra el terrorismo de George W. Bush (3) y se encargaba de hacerle el trabajo sucio a Silvio Berlusconi en contra de los inmigrantes sin papeles (4).

La rebelión estalló el 15 de febrero de 2011 y los opositores pronto se hicieron con el control de Bengasi, la segunda ciudad del país. La información fluía a cuentagotas y, con el paso de los días, el panorama se enturbió:

Al Jazeera, que había sido el elefante en la habitación desde que comenzaron las revueltas en el mundo árabe, empezó a reportar con base en rumores; el enviado de TeleSUR a Trípoli nos recetaba increíbles reportajes sobre manifestantes declarando su amor por papá Gadafi en una ciudad en completa calma; El País titulaba "Más de 200 muertos tras una brutal represión de las protestas en Libia" e informaba que la mismísima Plaza Verde se había convertido en el centro de las manifestaciones; The Guardian se preguntaba si Gadafi empleaba mercenarios para masacrar a la población civil…

Las deserciones se sucedían unas a otras: pilotos de combate, diplomáticos, la voluptuosa enfermera ucraniana, su hija Aisha… todos lo abandonaban y se rumoraba que él mismo volaba con rumbo a Venezuela.

Gadafi apareció finalmente, luciendo bastante incoherente; Juventud Rebelde reseñaba así sus declaraciones:

Al Qaeda "se está involucrando en estos asuntos, le está lavando el cerebro al pueblo de esta área (Zauiya, oeste de Libia) para que los adolescentes se comporten de la manera que están comportándose", manifestó el mandatario libio vía telefónica a través de la televisión estatal.

Agregó que «los adolescentes están bajo la influencia de (Osama) Bin Laden (conocido como el fundador de la red Al Qaeda). Le están dando drogas a nuestros chicos, tenemos que capturar a los que están causando estos problemas».

Jóvenes entre 15 y 18 años de edad «están utilizando una píldora que distorsiona su mentalidad, hasta el punto que comienzan a comportarse de una manera alocada», explicó Gadafi.

"¿Por qué tienen que involucrarse con la mentalidad de Bin Laden y este tipo de ideologías?" se preguntó el presidente libio, tras enfatizar que a partir de este jueves y viernes "cada quien tendrá que hacerse responsable de sus propios hijos y familias" que están dentro de estas marchas.

"Hacerse cargo de ellos, no pueden permitir que corran libres por las calles", añadió. (5 y 6)

Fidel Castro alertaba sobre una inminente invasión de la OTAN, al tiempo que Barack Obama condenaba el "baño de sangre" en Libia, un par de días después de que un nuevo ataque desde un vehículo aéreo no tripulado provocara la muerte de 7 personas más en Pakistán (7 y 8).

La ONU, impotente siempre frente a las crisis, reportaba, con asombrosa celeridad, lo siguiente:
El uso indiscriminado de tanques, helicópteros y aviones militares por parte del gobierno de Libia para reprimir las protestas de la población podría haber causado ya la muerte de miles de personas que se manifestaban pacíficamente.

Así lo advirtió hoy la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien urgió a la comunidad internacional y al órgano de Naciones Unidas para esas garantías a tomar las medidas necesarias para detener el baño de sangre en el país magrebí.

Sonaba brutal y todos nos indignamos pero… un momento, ¿alguien vio las pruebas de semejantes masacres? No digo que no hayan muerto manifestantes en la represión, pero no es lo mismo decenas que miles.

¿Por qué no se ha condenado en los mismos términos la represión en Baréin, por ejemplo?


Además. ¿no les parece muy extraño que no existan imágenes de los bombardeos? ¿Será que nunca ocurrieron como lo afirma el Ejército ruso?


La presencia de mercenarios ha sido desmentida por diversas fuentes, incluida Human Rigths Watch y de esto poco se ha hablado.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó sanciones en contra de Libia y autorizó a la Corte Penal Internacional a investigar posibles crímenes contra la humanidad cometidos durante las protestas y enfrentamientos… siempre y cuando los implicados fueran nacionales de Estados miembros de la CPI; una excepción de última hora introducida por la delegación estadounidense, no fuera a ser que la resolución sentara precedente y uno de estos días a alguien se le ocurriera juzgar a los mercenarios de ese país que laboran en Irak (9).

A finales de 2008 la reina de Jordania había advertido que el desempleo entre los jóvenes árabes era una bomba de tiempo y si bien Libia comparte este problema con el resto de las naciones de la región, también es cierto que el nivel de vida de los libios, es por mucho, el más alto de todos los países árabes.

Hay muchas cosas que no cuadran en esta historia y, si seguimos el rastro del dinero, es decir, del petróleo, las dudas crecen aún más.

Libia tiene las reservas de petróleo más grandes de todo el continente africano.

Reservas petroleras probadas en África. Fuente EIA.

Libia extrajo diariamente 1.65 millones de barriles de petróleo en 2010. El destino de las exportaciones se muestra en el siguiente gráfico:

Exportaciones petroleras de Libia. Fuente EIA.

¿Notaron que Estados Unidos recibió sólo el 3% de todo ese petróleo?

Es imposible simpatizar con Gadafi y los libios seguramente están hartos de él, pero… ¿quién más podría estar interesado en un cambio de régimen en esa nación del Magreb?

Mientras tanto, la situación se sigue complicando: Estados Unidos envió dos buques de guerra a la zona y Barack Obama declaró que Gadafi había perdido legitimidad y debería irse.

China asumió la presidencia del Consejo de Seguridad y se manifestó a favor de una solución pacífica a la crisis.

Un helicóptero holandés, con 3 militares a bordo y armado hasta los dientes, fue capturado cerca de Sirte (10).


Europa ha comenzado a experimentar las consecuencias de la incertidumbre: en España el litro de gasolina marcó un récord y el gobierno tuvo que aprobar un plan de ahorro energético.

El precio del petróleo Brent superó los $116 dólares, su nivel más alto en 2 años y medio, al tiempo que algunos expertos opinan que podría alcanzar los $220 dólares por barril en caso que las revueltas se extiendan a Argelia (11).

Esto significaría una nueva recaída en la depresión económica que vivimos (12).

Los picos en el precio del petróleo preceden a las recesiones en Estados Unidos. Fuente: The Globe and Mail.