domingo, 5 de octubre de 2014

La televisión es privación sensorial

México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil.
Emilio Azcárraga Milmo (1993)

Desde hace 6 meses casi no veo televisión. Creo que, quitando media docena de partidos del Mundial, debo haber visto una hora cuando mucho.

Hace un par de días conversábamos en casa sobre cuanto esto influye en la buena comunicación que mantenemos.

Unas semanas atrás comencé finalmente a leer Four Arguments for the Elimination of Television de Jerry Mander, un libro al que le tenía echado el ojo desde hace algún tiempo y que compré usado por $0.99 dólares.

El libro fue escrito en 1978 y es muy interesante. Mander, un ex-publicitario devenido activista social, argumenta que, independientemente del contenido transmitido, la televisión tiene efectos negativos sobre las personas, haciéndolas más pasivas, cambiando sus relaciones familiares y su comprensión de los fenómenos naturales debido al carácter plano y limitado de la información que se recibe.

Desde que comencé el libro no dejo de preguntarme si existe algún análisis similar sobre los efectos de la internet y las redes sociales en la actualidad.

A continuación un breve fragmento:

La televisión es privación sensorial

He dibujado previamente un paralelo entre la vida moderna y las condiciones de privación sensorial. Los ambientes artificiales reducen y limitan la experiencia sensorial para ajustarse a su propia nueva realidad confinada. El efecto y el propósito de esta limitación es aumentar la concientización y el foco en el trabajo, las mercancías, el entretenimiento, los espectáculos y otras drogas que la sociedad utiliza para mantenernos dentro de sus límites.

Podemos considerar a la televisión como un avance en esa condición ya prevalente. Sentados en cuartos oscuros, con el entorno natural ensombrecido, los otros seres humanos atenuados, sólo dos sentidos funcionando (ambos dentro de un rango muy estrecho) los ojos y otras funciones del cuerpo silenciadas, mirando luz por horas y horas, la experiencia se parece más a la privación sensorial que cualquier cosa anterior.

La televisión aísla a las personas del entorno, de los otros, y de sus propios sentidos. En tal condición, los dos sentidos que se encuentra operando parcialmente no pueden beneficiarse de la combinación usual de la información que los humanos emplean para deducir el significado de su entorno. Todo significado viene de este campo de información reducido.

Sabemos que es una verdad aceptada acerca de la privación sensorial que las personas no tienen más remedio que centrarse en las imágenes de su cerebro. Y sabemos que, en condiciones de privación sensorial, no contando con más recursos que las imágenes mentales, las personas son mucho más susceptibles a la sugestión.

Cuando usted está viendo televisión, usted está experimentando imágenes mentales. A diferencia de la mayoría de los experimentos de privación sensorial, estas imágenes mentales no son suyas, sino de otra persona. Debido a que sus otras capacidades se encuentran sometidas y el resto del mundo atenuado, estas imágenes seguramente pueden tener un extraordinario grado de influencia. ¿Estoy diciendo que esto es lavado de cerebro, hipnosis, zapeo mental o algo parecido? Bueno, no hay duda de que alguien está hablando en su mente y quiere que usted haga algo.

En primer lugar, manténgase viendo.
En segundo lugar, lleve las imágenes a su cabeza.
En tercer lugar, compre algo.
En cuarto lugar, sintonícenos mañana.

Televisión
Televisión (Foto: David Ross)