domingo, 20 de mayo de 2012

La educación superior no garantiza nada

Joven desempleado mantiene el buen humor tras el desalojo del campamento de OWS en Zuccotti Park, Nueva York. Foto: hardtopeel.
Ayer, en medio de una conversación con una amiga, ella expresó su convencimiento de que la era de los empleos formales ha terminado.

Su comentario llamó mi atención: es joven, se graduó recientemente y le preocupa no tener la certeza de que contará con los recursos suficientes para llegar al final de cada mes.

Tienes razón —afirmé las cosas han cambiado y el futuro será muy diferente de lo que hemos vivido hasta hoy.

Hace unos meses escribí un breve nota sobre la prostitución encubierta en la que se ven envueltas jóvenes británicas que están intentando terminar sus estudios universitarios, debido a la precaria situación económica actual.

Leo un artículo de Bonnie Kavoussi en The Huffington Post que confirma que, en el mundo de hoy, nadie tiene garantizado nada, no importa que tan cualificado esté:

El número de doctorados que reciben beneficios del Programa de Cupones para Alimentos  y otras formas de beneficios se triplicó entre 2007 y 2010 pasando a 33,655 personas, de acuerdo a un análisis del Urban Institute citado por The Chronicle of Higher Education. El número de titulares de maestría bajo el mismo programa y otras formas de beneficios también se triplicó durante el mismo período pasando a 293,029 personas, de acuerdo al mismo análisis.

[…] Hay 5,057 personas con grado académico de doctor trabajando como porteros, de acuerdo a datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) citados por el mismo diario.

Este dato es revelador en un país en el que el 15% de la población sobrevive gracias a estos beneficios. Recordemos que en el mismo lapso de tiempo el número de beneficiarios del programa, entre la población general de Estados Unidos, se incrementó en 43% llegando a 46.3 millones de personas en febrero de 2012 (1).

¿Significa esto que no vale la pena estudiar una carrera universitaria? Evidentemente no. Pero los jóvenes de hoy deben tener mucho cuidado a la hora de elegir la profesión que quieren estudiar y no deben tener miedo de dedicarse a otra actividad creativa productiva llegado el momento.

Actualización 7/6/2012: Leo en una nota de Jed Graham en el Investor's Business Daily lo siguiente:
Por primera vez en la historia, los trabajadores sin empleo mayores de 25 años que asistieron a alguna universidad exceden en número a aquellos que optaron por quedarse con un diploma de educación secundaria o menos.

En Estados Unidos entre mayor es la educación, mayor es el desempleo. Fuente: IBD con datos del BLS.

Según un artículo de Hope Yen de Associated Press, uno de cada 2 recién graduados está sin empleo en Estados Unidos.

Yen nos da algunas pistas sobre lo que está sucediendo:

Un análisis de los datos gubernamentales realizado por The Associated Press pone al descubierto perspectivas desiguales para los titulares de una licenciatura.

Las oportunidades para los graduados universitarios varían enormemente.

Mientras hay una enorme demanda en las áreas de ciencia, educación y salud, las artes y humanidades desfallecen. Los salarios medios para los graduados universitarios han caído desde el año 2000, debido a las cambios tecnológicos que han eliminado trabajos de nivel medio como cajeros de bancos. Se espera que la mayoría de los nuevos empleos se creen en posiciones de más bajo nivel como ayudantes de salud en el hogar, mismos que pueden proporcionar atención personalizada a medida que la población de Estados Unidos envejece.

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